La capital de la República Checa es un centro histórico europeo que revela su belleza oculta después del anochecer. Praga ilumina sus edificios más impresionantes e importantes, mientras que sus esculturas y estatuas decoradas se suman a la sensación de cuento de hadas. Cuando se pone el sol, es fácil enamorarse de la «ciudad de las cien agujas». Muchas torres en Praga están terminadas con torres con techos dorados que se suman a la apariencia reluciente. Dirígete a las murallas del Castillo de Praga para disfrutar de unas vistas increíbles de Praga por la noche.

Alojarse a buen precio

Alojarse en la orilla derecha del Vltava es más práctica ya que la zona es menos montañosa (lo que facilita llegar a casa después de una deliciosa cerveza checa) y los precios son un poco más tolerables (a diferencia de la orilla izquierda y el Castillo de Praga, donde hay que pagar también por vivir en las zonas de la parte histórica). El barrio de la estación de Pavlova es una excelente opción porque tiene muchas opciones de alojamiento y también es tranquilo y atractivo.